Imagina que guardas todas tus imágenes familiares en un cd. Decides dar un paso más allá y haces copias de seguridad en la nube, las imprimes, las guardas en un dispositivo usb… Entonces decides que ese cd ya no tiene valor y lo tiras a la basura, sin más. Pero ese cd acaba en manos de alguien, que se apropia de tus imágenes, las publica, las difunde y la propiedad ya no es tuya. Aunque salgas tú en esas fotografías ya no son tuyas pues decidiste que ese compact disc ya no te servía, pero otra persona le está dando un uso. Pues bien, este caso de carácter doméstico puede trasladarse a cualquier empresa y la gestión que hacen de los datos y la documentación que manejan. El hecho de no deshacerse correctamente de la documentación puede pasar factura, y será muy cara. Es más, según la normativa legal vigente en materia de Protección de Datos (LOPD) es de obligatorio cumplimiento la correcta destrucción de estos materiales. Además, los registros oficiales de su destrucción pueden ser exigidos para el cumplimiento de la ISO27001 de Seguridad de la Información.











